Esta ha sido la vez que más me ha costado elegir un título para un artículo.
Cuando me fui de Torreblanca, jamás pensé que me adaptaría a mi «nueva vida» tan rápidamente. Muchas cosas han cambiado: me preparo las clases concienzudamente, tengo alumnos que (por voluntad propia) leen y comentan mi blog, no tengo ningún alumno en mi tutoría que tenga un parte disciplinario por mala conducta, no veo teléfonos móviles (ni siquiera en el recreo) y me preguntan si lo pueden sacar cuando vamos de excursión, tardo diez minutos a pie en ir y volver de mi casa ante cualquier emergencia, cito a los padres (suelen venir los dos) a la hora que sea de cualquier día, casi todos los días tacho en mi agenda todo lo que me había propuesto hacer y… me llaman «profesor».
Mario Alonso Puig afirma que «un profesor enseña una asignatura. El maestro, además, da claves para vivir». Esta duda terminológica me ha llevado a preguntarles a un alumno de cada centro por los que he pasado, con perfiles académicos muy diferentes, que me dijeran qué es ser maestro y qué es ser profesor para ellos y dónde me encasillarían a mí. He aquí las respuestas (no es autobombo. Son pistas para cualquier docente):
Jesús Domínguez (IES Nuevo Milenio): «Para mí, la gran diferencia entre profesor y maestro radica en la profundidad del concepto. Un profesor es un gran conocedor de una materia: enseña la asignatura que le toca y ahí acaba su función, no pocas veces reduciendo al alumno a un número más. El impulso de un maestro se expande más allá. Un maestro te enseña cosas de la vida, te acompaña en el proceso de esta y te hace crecer. Te hace volver a creer en ti mismo y en todo lo que puedes lograr. Recuerdo cómo te volcabas con nosotros y cómo te interesabas por nuestro mundo. Nos enseñabas a no rendirnos, nos animabas a desafiar nuestros propios pensamientos y lo llenabas todo de un componente emocional contagioso. Para mí, eres un MAESTRO con mayúsculas. Porque, por suerte para todos los que nos cruzamos contigo, es la única forma en la que puedes serlo».
Pedro D. Sweeney (IES Flavio Irnitano): «Me alegro de que te estén tratando como a un señor, que es lo que eres al fin y al cabo. Esos niños van a tener la gran fortuna de poder llamarte profesor o maestro. Pero, claro, un profesor es un señor y un maestro es alguien que te acompaña toda la vida y, para mí, tú siempre vas a ser un maestro, un amigo y un hermano».
José Manuel Flores (IES Antonio de Ulloa): «Profesor es esa persona que pretende enseñarte una asignatura. El maestro, además, hace que te guste esa materia y la quieras. Es esa persona que se preocupa por que la entiendas y la veas con el encanto que él la ve y, aparte de lo educativo, le da más sentido a la vida. Tú eres el profesor y maestro por excelencia. Tú has sido el maestro de mi vida porque, gracias a ti, conseguí aprender muchas cosas académicas pero, sobre todo, muchas cosas de la vida. Conseguiste que un niño de dieciséis años encontrase su sitio en la vida».
Antonio Jiménez (IES Torreblanca): «Yo creo que, en realidad, los profesores y los maestros son más o menos lo mismo. Puede ser que se vea al profesor como alguien más serio y se use esa palabra como una fórmula de distancia. Pero aquí yo creo que lo que importa más que eso es que yo a ti no te veo como a ninguno de los dos. Tú eres más como un sensey, alguien que sabe de qué va esto y quiere que los demás realmente aprendan cosas no solo de tu rama de conocimiento, sino cosas que nos sirvan de verdad».
En la película «Diarios de la calle», el novio de la protagonista, después de que ella le comente lo feliz que se siente porque una alumna con buen nivel ha solicitado a la directiva que sea ella su profesora, le pregunta: «¿Y estás preparada para dar clases a alumnos normales?». Esa pregunta me persiguió durante algún tiempo, pero hoy puedo afirmar que sí lo estoy. Y, además, sin dejar de ser yo. Una madre de una niña «normal» me ha dicho: «Gracias por cambiar de instituto. Nuestros hijos también necesitan tener maestros como tú».
Regalos que cobran sentido (Jiajun Chen, IES Torreblanca)
2 comments
Tanto profesor como maestro tienen un rol precioso en el aprendizaje: uno alimenta el espíritu y el otro, la mente. Quizá no sea la primera ni la última persona que te lo diga, pero tú eres ambas y estoy orgullosa de poder disfrutarte en ambos roles❤️
Yo sí veo diferencia. Un buen MAESTRO enseña cosas que no están en los libros. Y tu, lo eres desde que naciste.