La orientación educativa está enfocada a aquellas actividades que se dirigen al alumnado, familias y profesorado, a fin de proporcionar(nos) apoyo académico y profesional en los centros educativos.
En principio, un orientador es la persona responsable del asesoramiento de los alumnos sobre las opciones de estudio posibles y que mejor se adapten a sus perfiles y capacidades, así como de mostrar las posibles salidas laborales que tendrán con las diversas opciones formativas. Los orientadores académicos son, pues, vitales para ayudar al alumnado en la toma de decisiones.
Lo que yo desconocía es que también serían imprescindibles para nuestro desarrollo como docentes y, en mi caso, como persona. Y no, no me refiero a aquellos orientadores cuya hoja de ruta consiste en unas fichas a completar por el alumnado en cada tutoría lectiva, ni cuya brújula siempre apunta a su norte. Me refiero a orientadoras como CARMEN CARRALERO, que ha sido capaz de guiarme en un bosque tan frondoso que no permitía atravesar la luz del sol.
Y lo hizo desde el momento en el que sus reuniones comenzaban siempre con churros recién comprados (por ella, claro). Desde el minuto en el que le pedía un favor o consejo y me ponía en su lista de prioridades (porque, ya se sabe, «los problemas de uno en uno y con una sonrisa»). O desde el segundo en el que por la expresión de mi cara me hacía entrar en su despacho para (pre)ocuparse de mí o para reírnos a carcajadas de lo que nos había pasado durante el fin de semana.
He sido un suertudo en lo que a orientadoras se refiere: desde aquella a la que consideré el timón de mi primer instituto, pasando por aquella a la le pregunté si era psicóloga y con la que acabaría estudiando esa carrera en la Universidad de Sevilla, hasta aquella con la que dejé grabada en su tablón la huella de mi dedo junto a la suya.
Gracias a todas ellas, hoy mi definición de orientadora ha cambiado para ser la profesional y amiga que nos regala apoyo académico, profesional y vital en nuestros colegios e institutos. Gracias a todas ellas. Gracias, Carmencita.
T’esquiero.
10 comments
No te jubiles Carmen! Chupito!
Carmen, que llegó una tarde de viernes a nuestra academia para emocionarnos a todos. Ese tipo de persona que al minuto de conocerla ya quieres que se quede en tu vida para siempre. Qué suerte que aún quede gente así en la enseñanza. Y en la vida.
Carmen es de esas personas que dan luz y te hacen la vida mas fácil y bonita.Como dice José Enrique, es una suerte tenerla en nuestras vidas y que nos haya ayudado en este camino de docencia dd las sombras a veces no nos dejan ver lo bello.
Gracias Carmen por ser como eres y compartirlo con nosotros
Gracias a Carmen y a cada una de esas personas qué siempre están a tu lado,que como madre me hace muy feliz saber como te cuidan y lo valoro muchísimo. Te quiero hijo.
Con la charla de Carmen me ha cambiado la vida como docente. Desde este viernes soy una persona totalmente diferente, y ahora tengo más ganas si cabe de entrar a trabajar y ayudar en lo posible en mi pueblo, porque aquí hacen falta profesionales que luchen por los alumnos , como vosotros dos Carmen y José Enrique. Muchas gracias por todo.
Gracias Carmen por la labor que haces y por tu implicación con todos/as. Como opositora y futura compañera te agradezco todo lo que nos enseñaste en el seminario. Un abrazo.
¡Qué bonito lo que has escrito, Jose!
Tuve la suerte de conocerla el viernes, es una persona que transmite desde que la ves, sin decir nada. Una sonrisa, una mirada cómplice, su saber estar… Y cuando empezó a hablar me di cuenta de lo mucho que ama su profesión.
Gracias por recordar el valor de la enseñanza, el ser respetuoso y empático, y por recalcar que no debemos olvidar nunca que nosotros hemos pasado por los mismos sitios que nuestros alumnos/as.
Ojalá siguieras trabajando porque seguro que dejarías infinidad de huellas en la vida de las personas con las que te cruces, pero también mereces descansar y disfrutar de esta nueva etapa que te espera.
Te deseo mucha felicidad.
Un besico,
Carmen
Doy fe. ¡Carmen de mi alma! Cuánto te voy a echar de menos.!!!!!
Mi compañera y amiga, a la que le cuento el devenir de los problemas ,incluso cuando se está peinando entrevista a mis alumnos para que se sinceren y aprendan….. Trabajadora incansable y comprometida de veras.
Te quiero compañera y te querré siempre a mi vera
¡Cuanta verdad y amor en estas palabras!❤️
Qué te quiero Carmen.
Gracias por estar en mi vida.
Ya sabes que siempre serás mi maestra.
SENRIQUEEEEE! No tengo palabras para agradecerte a ti y todos, las cosas tan bonitas que habéis escrito sobre mí…. Me hacéis sentir la persona más feliz del mundo! Muchas gracias por tanto!
Bsss, Bsss, Bsss