Hoy he comenzado mi andadura como ponente del curso «De la programación al aula», en el IES San José de La Rinconada. Este hecho no tendría mayor transcendencia si no fuera porque hoy es día 23 (mi número, con permiso de Beckham), porque el pueblo donde lo imparto es el que tantas alegrías me dio como docente durante 6 años y me sigue dando a día de hoy como carnavalero, y porque ser formador del Centro del Profesorado de Sevilla supone un reto más en mi crecimiento personal y profesional.
El curso pretende acercar la nueva normativa al profesorado y facilitar su implantación en el aula. Tras partir de un análisis inicial del claustro y de las características propias del centro, se propone una reflexión de la práctica docente que, a la luz de la normativa, se concrete en las distintas programaciones de aula. Durante el curso, se conocerán las herramientas de las que dispone Séneca y que (lejos de lo que pueda pensarse) facilitan al docente su trabajo, daremos claves para la elaboración de las programaciones didácticas y exploraremos el uso del Cuaderno de Séneca (tanto en su versión Séneca como iSéneca).
Os invito a realizar un curso especializado en esta necesidad de cambio y del enfoque competencial. No es incompatible nuestra filosofía pedagógica con el conocimiento legislativo, así que os animo a conocer más esto último para poder ajustarlo mejor a lo primero. ¡Seguimos nadando!
2 comments
He hecho tres cursos lomloe y me sigue pareciendo un fraude. Una estafa conceptual y, para colmo, revestida de esa «neolengua» en la que no solo se pretende cambiar la realidad cambiando los nombres, que ya sería grave, sino orwelliamente cancelar la posibilidad siquiera de una recepción crítica de la misma y eventualmente la apertura a otros modos de decir, pensar, vivir la educación. Lamento su labor como la de tantos ponentes iluminados por la causa. Dejen pensar y, sobre todo, no cobren por evangelomloizar.
Buenos días:
Nunca he enviado a la papelera ni un solo mensaje de los que han llegado a mi blog, por lo que respeto el suyo, pero respete usted el trabajo de los funcionarios que, nos guste más o menos, tenemos la obligación de cumplir con un marco legislativo, y precisamente este nos abre más a «otros modos de decir, pensar y vivir la educación». No se imagina la cantidad de docentes que he visto desinflarse con los años con la excusa del «fraude», pero que no hacen NADA para mejorar la situación. Otros, optamos por mostrar otras posibilidades, sin cortinas de humo (lo importante SIEMPRE serán los alumnos) y, faltaría más, cobrando por nuestro trabajo.
Un saludo.