Él era un alumno inquieto de 1º de ESO. Su homónimo, un padre que (sin quererlo ni saberlo) estaba perjudicándole y así se lo hice ver en una reunión donde a ninguno nos tembló el pulso al sellar el mayor compromiso al que se puede llegar por un hijo: dejar los problemas de los adultos para los adultos, sin que estos afecten a los menos culpables.
El curso terminó mejor de lo esperado y yo me llevé dos amigos para siempre. Aún recuerdo la primera cena a la que me invitó el padre, porque ha sido la única noche de mi vida en la que no pude dormir de tanto como comí. De su madre conservo el sabor de varios desayunos y de su abuela el de las empanadas que preparó para mis alumnos de Torreblanca en la primera excursión que hice con ellos.
Jamás les he perdido la pista. Seguimos escribiéndonos, encontrándonos en la Feria y en el bar de mi calle, y abrazándonos con los brazos y no con las palmas ni dejando caer los hombros (por algo se llaman «a-brazos»).
La semana pasada, Manuel Pinsón hijo me contó que lo había conseguido. Ese sueño que tanto había perseguido desde niño se ha hecho realidad y ya ha conseguido plaza como marinero en la armada española. Manuel Pinsón padre, que lo ha dado TODO por vivir este momento, está en su batalla particular y desde este blog, escrito por su amigo al que tanto le gusta llamar «maestro», le mando todo mi cariño y la fuerza necesaria pera seguir nadando por el mar en el que crecerá su hijo.
6 comments
Fuiste, eres y serás mi profe, mi familia y como siempre te digo… «como mi segundo padre»
Te quiero ♥️
Eres el mejor jose enrique❤️
Sigue peleando por llegar a tu meta, Sergio. Mi blog te está esperando…
no más de lo que te debemos a ti maestro. En su momento le sujetaste la cabecita fuera del agua asi que te debemos mucho también.
Mil gracias maestro….mil gracias AMIGO ❤️❤️
Siempre dejando huella en tus nadadores. Gracias, maestro. Enhorabuena a Manuel y todo lo mejor para su papá.
Qué huellas más bonitas vas dejando a tus alumnos…