Querido opositor:
Si estás leyendo esta carta es porque, de alguna manera, hay algo en ti que sabe que tú puedes con esto. Sin embargo, todos necesitamos de vez en cuando que nos lo recuerden.
Antes de nada, quiero agradecerte que hayas encontrado un hueco para leerme. Eso ya debería demostrarte que tienes más huecos de los que pensabas, incluso uno para leer algo que sabes que no te convencerá de nada si la motivación no parte de ti mismo.
Lo principal que quiero trasladarte es que te entiendo perfectamente. Yo también me he visto frente a un temario mientras estudiaba mis cursos de Doctorado y trabajaba en una Escuela de Idiomas. Si, además, le sumamos eso a aquello que apenas te deja dormir o, incluso, al cuidado de tus hijos, permíteme que te diga que TE ADMIRO profundamente.
Te entiendo cuando dices que “no puedes más”. Y lo hago porque también te entiendo cuando piensas que “puedes con todo”. Esta montaña rusa de sentimientos forma parte de opositar. Tanto cuando estés arriba como cuando estés abajo, no olvides tener una buena alimentación (que, en este proceso, equivale a comer lo que te apetezca), a hacer esa actividad que hace tanto que no haces y que te recarga la barra de energía necesaria para seguir adelante y, en definitiva, de mirarte y escucharte mientras te repites que TÚ ERES MÁS QUE UNA OPOSICIÓN.
Te entiendo cuando te aburres y cierras el libro con rabia. Días de lluvia los tiene cualquiera y son necesarios para que florezca al día siguiente. En esos momentos en los que sale el sol, tienes que poner todo de tu parte y volver a abrir el libro con ilusión para seguir luchando por tu sueño. Nunca se sabe cuánto puede tardar en llegar la siguiente tormenta.
Te entiendo cuando tienes malas contestaciones. Te aconsejo que, antes de la recta final, pidas perdón de antemano a los que te rodean. Si sigues tenso, es porque esto te sigue importando, y eso solo puede significar que no te has rendido. No lo hagas. Imagínate frente a esos alumnos que te están esperando y no te olvides de, pase lo que pase, seguir nadando…
Porque sí: TÚ PUEDES. Solo quería recordártelo.
11 comments
Porque sí.
Porque podemos lo que nos proponemos.
Y si no, pues tampoco pasa nada, pero lo damos todo y continuamos nadando en un mar templado ….porque sí, porque al día siguiente también sale sol.
Con cariño (un pensamiento)
Pepa
Preciosa reflexión para para esos opositores y si se reflejan en ti y en tu forma de hacer las cosas,estarán copiando la mejor lección de sus vidas…te quiero hijo
A día de hoy y en gran parte gracias a ti, no me cabe duda de que PUEDO. Pero tú sabes que a una maestra siempre le gusta que su maestro le recuerde que es una MAESTRA. Déjame que te diga que te ADMIRO porque a pesar de todo lo que tú llevas para adelante siempre te preocupas por motivarnos incluso si tú estás más cansado. Nunca defraudas, MAESTRO. Te quiero mucho y lo sabes!
Preciosas palabras, maestro. Muchas gracias por todo tu apoyo, tu ánimo continuo, tu sonrisa, tu apoyo, tu dedicación, tu forma de transmitirnos que podemos, por supuesto por tu conocimiento en todos los sentidos.
Sí, podemos y podremos con esto. Y si te tenemos al lado, mucho mejor. Porque este camino sin ti no habría sido lo mismo. Seguiremos nadando hasta el día que acabe… o no… prefiero pensar que seguiremos nadando para siempre a tu lado. Un besazo.
Querido amigo y maestro:
Muchas gracias por tus motivantes palabras porque, aunque si bien es cierto que cada uno es quien debe tener una motivación interna y personal, hay momentos en esta carrera de natación que a todos nos pasa que nos cansamos ta sea de nadar o bien de las cosas externas al proceso de oposición,que como personas que somos nos afecta y nos agota: trabajo, familia, hijos, etc.
Por lo tanto, siempre es bienvenida tu carta para los que estamos opositando, ya que como sabes es un proceso duro que no sólo incluye en temario, las prácticas, las exposiciones orales, sino también en superarnos a nosotros mismos a diferentes niveles: como estudiantes, como oradores, como personas y, sobre todo, como docentes que ya somos. Se trata de sacar lo mejor de lo que llevamos cada uno dentro. Y eso durante un largo tiempo no es nada fácil, al menos para mí.
Un millón de gracias, AMIGO.
Gracias MAESTRO.
Gracias por todos los momentos y entre ellos, la emoción que ahora mismo me están provocando tus palabras ?.
Gracias por este texto. Me he sentido identificada con cada palabra.
Lo que más me ha gustado y me ha hecho saltar la lagrimilla ha sido la frase: «Imagínate frente a esos alumnos que te están esperando» porque me lo imagino y se me remueve el estómago, ¡que ilusión!
Muchas gracias, gracias y gracias.
GRACIAS acompañadas de lágrimas de emoción. INCREÍBLE
Primero de todo: SÍ he llorado. Simplemente, el tener una persona como tú acompañándonos en este camino hace que, cuanto menos, nos sea más ameno y nos sintamos como en casa gracias a ti. Gracias por darnos la oportunidad de aprender de ti, ser tan generoso y siempre tratarnos como nos tratas (con ese cariño y esa calidez). De mayor quiero ser como tú❤️
No podría describirlo mejor…touché