Esta semana vuelven a las (j)aulas los alumnos de Educación Infantil y Primaria y, de un modo u otro, a todos nos da la sensación de que el éxito o fracaso de este atípico comienzo de curso dependerá más del azar que de la voluntad de las instituciones, colegios o de los propios maestros.
El cachipún (conocido también como how-are-you-speak) se juega representando con las manos tres elementos: la piedra, que vence a la tijera rompiéndola; la tijera, que vence al papel cortándolo; y el papel, que vence a la piedra envolviéndola. Es un juego que se utiliza con frecuencia para decidir quién hará algo o al menos dará el primer paso para intentarlo.
Lo sorprendente (al menos para mí) es que se han hecho varios estudios de cara a encontrar el truco infalible que nos haga ganar ante cualquier contrincante. El Discover Magazine señala que “la mayoría de las partidas se inician sacando piedra. ¿Por qué? Porque nos da la sensación de ser una elección poderosa y no hay nada mejor que comenzar jugando con fuerza. Así que bastaría con enfrentarte a tu cerebro y sacar papel para tener éxito”.
En la Educación ha pasado lo mismo. Se ha empezado con el papel y ya sabemos los que sí conocemos la realidad de los centros qué es lo que ocurre cuando al profesorado se le empieza a cargar de burocracia, que poco (o nada) soluciona en la práctica docente.
Es lógico preguntarse entonces qué sucede con el resto de partidas. Pues bien, al ser rápidas los participantes no suelen tener tiempo para pensar demasiado, así que pueden suceder dos cosas: o el que gana repite elección, o bien el que pierde opta por otra distinta. El estudio afirma que “uno de los patrones que se repiten es escoger tijera tras haber perdido con piedra, así que ya sabes que debes sacar piedra en la siguiente partida”.
Pues también eso ha pasado en la Enseñanza. El maestro ha llegado a su aula y, sin apenas tiempo para vaticinar el movimiento del adversario, ha sacado (exclusivamente con su entusiasmo y vocación) la piedra con la que destruir el principal causante de esta triste situación: la tijera.
4 comments
A ver si no acabamos chocadla con la misma piedra que siempre tropezamos o cortados por la tijera, ya que el papel lo soporta todo y a eso no hay quien les gane ;-)))
Sigue siendo como tú eres, no cambies nunca (x cierto yo suelo empezar con ✂️) No se porque jejeje?
Estoy de acuerdo con tus palabras, gracias al entusiasmo y vocación de docentes se intenta solucionar los problemas que surgido por culpa del tijeretazo. Oye, si el próximo libro lo escribes así, lo leeré de un tirón.
Suerte con tu blog amigo.
Soy de esas personas que no piensa en lo que va sacar… De las que improvisa. El problema es… Que si usamos siempre tijera, ¿no creeis que al final nos pillaran la táctica y nos ganarán?.
Pues con nosotros la estan usando y desde luego no ganamos ni una partida.